EN BUSCA DE LA TRANQUILIDAD, A 31 AÑOS DE SISMO DE 1985

Este 19 de septiembre se cumplen ya 31 años de ese amanecer fatídico que marco a muchos capitalinos y nos dejó secuelas trágicas y enseñanzas valiosas.

El terremoto de 8.1 en la escala de Richter, nunca antesregis sentido de esa magnitud tomo desprevenidos y confiados a los habitantes de esta gran ciudad, su gran intensidad, su duración sumado a muchas deficiencias en las construcciones fueron los ingredientes de esta receta fatídica.

Durante décadas, los diversos temblores que soportó la ciudad de México no la dañaron significativamente, esa situación y sensación hicieron pensar que era segura.

 El 19 de septiembre de 1985 la verdad apareció desnuda.

La urbe más grande del mundo, orgullosa y petulante en su “invulnerabilidad”, quedó herida.

El sismo más destructivo de que aquí se tenga memoria se deslizó silencioso por debajo de los blandos suelos del valle de México.

Miles de vidas fueron segadas, decenas de miles de damnificados aparecieron por las calles y se perdieron miles de millones de pesos debido al desplome de innumerables edificios.

Especialistas aseguraban que la ciudad era a prueba de temblores, esa confianza excesiva ante los embates de la naturaleza repercutió en las consecuencias que trajeron los terremotos del 85.

Se nos creó “Una falsa certeza”. La creencia de que nada grave podía ocurrir se fundamentaba en varios estudios cuidadosos que databan de 1957.

En 1957 surgió el primer código moderno de construcción, a raíz de un fuerte sismo de 7.6 grados en la escala de Richter, que derribó el Ángel de la Independencia y produjo daños en un moderado número de viviendas.

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En ese entonces, la ciudad de México contaba con un reglamento (que, por obsoleto, era sistemáticamente violado) para mejorar la seguridad de las edificaciones, la mayoría de las veces.

Por ello, se estuvo de acuerdo en redactar un nuevo reglamento de construcción que respondiera a las exigencias que planteaban los nuevos tiempos, luego de establecerse un código de emergencia, inmediatamente después del temblor del 28 de julio del 57, unos años más tarde, en 1962, estuvo listo el que rigió con sólo algunas modificaciones hasta 1985.

 

Como una ironía del destino, en 1984, antes de septiembre, se llevó a cabo una revisión de las normas para incorporar los últimos avances de la ingeniería sísmica.

Debemos prepararnos ante estas manifestaciones de la naturaleza, que sin previo aviso sorprenden y es entonces, que tratamos de recurrir a conocimientos adquiridos o nos arrepentimos de no saber que hacer, poniendo en riesgo nuestra seguridad y la de nuestros seres queridos.

SABER QUE HACER ante situaciones de riesgo, aumenta la posibilidad de salir mejor librados ante circunstancias peligrosas.

SABER QUE HACER es como tener un seguro, ES MEJOR TENERLO Y NO UTILIZARLO, QUE TENER QUE UTILIZARLO Y NO TENERLO.

Prepararse en materia de Protección Civil Condominal tiene el efecto de lograr espacios más seguros y una mejor respuesta ante situaciones que pongan en riesgo sus vidas.

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Por: Ing. Miguel Angel Galván. Cursos de protección civil 

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